Carta de una médico a la Ministra, publicada en la revista colegial

. Leedlo, que es interesante.

Por Mónica Lalanda:
de septiembre de 2009.-

Señora ministra, le propongo que sea usted la primera española que se vacune contra la gripe A. De hecho, con estedespropósito llamado autonomías, si se vacuna usted y toda la cartera de gente que nos gobierna en España, el grupo control sería lo suficientementegrande como para sentirnos todos más seguros.

Verá usted, le agradezco que me haya colocado a la cabeza de los grupos deriesgo y que tenga usted tantísimo interés en que no me coja la gripe.

Entiendo que usted me necesita para que el sistema de salud no se colapse;sin embargo, es una gran pena que al igual que usted se preocupa por misalud y de repente me valore como un bien nacional, no se preocupe por misituación laboral. La invito a que venga a ver mi contrato o el del resto
de los médicos en este país. La gran mayoría trabajamos con contratos queen el resto de la Europa antigua serían una vergüenza.

Señora ministra, yo no me voy a vacunar. El virus no ha acabado de mutar ya partir de la última mutación deberían pasar seis u ocho meses paraelaborar susodicha vacuna. Es decir, la vacuna que nos proponen no puede ser efectiva. En cuanto a su seguridad, ya tenemos la experiencia de vacunas para la gripe fabricadas con prisas; se usan adyuvantes peligrosospara poder poner menor cantidad de virus. Francamente, yo prefiero tenermocos tres días que sufrir un Guillain-Barré

Señora ministra, a mí no me gusta ser un conejo de indias.

El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la UE "espera a saber cuáles son los efectos de la vacuna en los adultos sanos para detectar posiblesconsecuencias adversas". Mire usted, casi que no.

Prefiero que se la ponga usted y me lo cuenta.

Señora ministra, se les está marchando el asunto de las manos. Está ya másque claro que este virus, aunque muy contagioso, es muy poco agresivo y másdel 95% de los casos cursa de manera leve. Se espera un máximo de 500fallecimientos frente a los 1500 a 3000 que provoca la gripe tradicional.

Mientras tanto, usted está permitiendo un despilfarro de recursosinaceptable. Muchos hospitales en el país están siendo objeto de cambiosarquitectónicos absurdos e innecesarios para prepararse para una hecatombeque ya sabemos no va a ocurrir. Se han gastado ustedes 333 millones deeuros en esta pandemia de color y fantasía. La letalidad del virus es del0.018%, francamente irrisoria.

Señora ministra, déjeme que le recuerde que la gripe A ha matado de momentoa 23 personas y que tiene una tasa de incidencia de 40-50 casos por semanay 100.000 habitantes. Sin embargo, el tabaco produce en España 40.000muertes al año y 6.000 por tabaquismo pasivo. Eso sí que es una pandemia,
pero usted prefiere ignorarla. Es un tema menos atractivo y que le crearíamultitud de enemigos. De los 447 muertos en las carreteras españolas en 2008, ni hablamos, que no es de su cartera.

Señora ministra, explíqueme por qué tiene usted el Tamiflú bajo custodiadel ejército. La eficacia de los antivirales en esta gripe es dudosa y decualquier manera lo único que hace es reducir en un ratito la duración delos síntomas y con efectos secundarios no despreciables. Cualquiera diríaque guarda usted bajo siete llaves la cura contra el cáncer o la pestebubónica. Ponga el fármaco en las farmacias que es donde debe estar ydéjese de fantasías más propias de Hollywood. Alternativamente, haga algo
sobre la patente del osetalmivir y permita que lo fabriquen otras compañíasfarmacéuticas, así no hay agobios de restricciones.

Señora ministra, las previsiones de la Organización Mundial de la Salud yase han patinado en ocasiones anteriores. Cuando la gripe aviar, predijeron150 millones de muertos que al final quedaron en 262 fallecimientos. Se hanvuelto a equivocar, no importa. Lo importante es parar la locura en la que
estamos montados y esa, señora Jiménez, es responsabilidad suya.

Señora ministra, aquí una es una cínica por naturaleza. Demasiada gente selleva tajada en este asunto. No sólo los fabricantes de las vacunas y losantivirus sino los que hacen las mascarillas, los de la vitamina C , los delbífidus activo, los fabricantes de ventiladores artificiales ypulsioxímetros, los de los pañuelos desechables, los productos dedesinfección de manos, hasta los presos con enfermedades incurables quequieren aprovechar para marcharse a casa. Sin embargo, no me negará tampoco que la pantalla de humo les ha venido al pelo a su gobierno ahora que lacrisis sigue su marcha, el desempleo tiene niveles históricos, nos subenlos impuestos, sube el IRPF y baja el PIB. Una casualidad, supongo.

Señora ministra, una cosilla más. Si tengo que ver muchas más fotos suyas amedia página con mirada astuta, trajes sexis y poses de modelo... ¡me va adar algo!

Mónica Lalanda ha pasado los últimos 16 años en Inglaterra, la mayoría comomédico de urgencias en Leeds (West Yorkshire). En la actualidad trabaja enla unidad de urgencias del Hospital General de Segovia, participa en variaspublicaciones inglesas y también ilustra libros y revistas con viñetas médicas.

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