Gobierno de España se desentiende de los maltratos en el aeropuerto de Barajas

Cuando los pasajeros de los vuelos prodecentes de Latinoamérica llegan a España tienen que pasar por un control policial que bastantes veces deja de ser un simple trámite para pasar a ser un obstáculo que impide la entrada a España. Las sucesivas leyes de extranjería y sus reformas, apoyadas siempre tanto por el PSOE como por el PP, han endurecido tanto los requisitos que se niega la entrada a los turistas, y hasta se les dispensa un horrible trato.

Desde hace poco más de dos años, el gobierno ha creado la carta de invitación, -y eso que es un gobierno socialistas, y blablabla..-un documento que se ha ido haciéndo más dificil de conseguir en cada nueva reforma de la Ley de Extranjería y que es requisito fundamental para que los turistas latinoamericanos puedan entrar en territorio español. Con la carta de invitación se estableció que fuera la Policía Nacional la encargada de controlar a los turistas latinoamericanos.

Para lograr la carta de invitación es necesario que la persona que invita, ya que a día de hoy un ciudadano de Latinoamérica no puede visitar España si no conoce alguien aquí -esto se parece a un sistema de control como los de la antigua URSS- que le saque una carta de invitación, se entreviste varias veces en la comisaría con la Policía Nacional, donde se aseguran de que existen vínculos con la persona a invitar. Hay que aportar los papeles de la vivienda, una copia compulsada del padrón municipal donde especifique cuantas personas viven en la casa, una declaración firmada del presidente de la comunidad de vecinos asegurando que en la casa del invitante viven el número de personas que especifica el padrón, entre otros.

Además es necesario que el invitado compulse una a una las páginas de su pasaporte en la embajada de España en su país y las envíe a la Policía Nacional, lo que ocasiona un gasto de dinero en torno a los 80 euros.

Después de esperar algunas semanas, pagando más de 100 euros y con algo de suerte, se expide la carta de invitación que tiene también límites de tiempo para cada visita y el total de 90 día que el invitado tiene al año para visitar España. Además la carta de invitación hay que enviarla original para que el invitado la muestre en el control policial del aeropuerto.

En base a estas reglas que todo extranjero que quiera visitar España tiene que cumplir como deber, el estado español no les corresponde con su derecho a visitar a España de manera aleatoria.

Se han producido varias denuncias por las cuales turistas procedentes de latinoamérica que viajaban incluso con cartas de invitación han sido devueltos a sus países sin salir del aeropuerto. Los latinoamericanos que son devueltos sin pisar España son recluidos durante días en una pequeña habitación, hacinados e interrogados como delincuentes por "su motivo oculto del viaje a España", no se les permite llamar a sus familiares, son mal alimentados y no se les dispensa ni camas suficientes ni la higiene adecuada.

Varios países latinoamericanos como Brasil, Argentina, Bolivia, Venezuela, Paraguay y Uruguay han protestado formalmente al gobierno de España por esta situación, pero las quejas institucionales no han servido para nada, ya que el gobierno, responsable del aeropuerto de Barajas por el Ministerio de Fomento, sigue permitiendo que estas penosas situaciones se den cada día en el aeropuerto.

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