España se niega a contabilizar las agresiones racistas y xenófobas en su territorio

Polonia, República Checa, Luxemburgo y... España. Éstos son los cuatro únicos países de la Unión Europea que no pueden ofrecer cada año una cifra oficial de agresiones xenófobas perpetradas en su terrirorio. La razón es que carecen de un registro institucional que compute esta forma de violencia.

Sabemos cuántas mujeres mueren asesinadas cada año en crímenes machistas. Sabemos cuántos jóvenes mueren cada fin de semana en las carreteras. Sabemos cuántos trabajadores fallecen en accidentes laborales. Sabemos cuántos presos se suicidan en prisión. Pero no sabemos cuántos atentados racistas se cometen cada año en España.

La denuncia la ha lanzado el director de la sección española de Amnistía Internacional, esteban Beltrán, con motivo del Día Mundial de la Erradicación de la Discriminación Racial que se ha conmemorado este domingo, 21 de marzo, justo 40 años después de que la policía surafricana abriera fuego en Sharpeville contra una manifestación pacífica que pedía la abolición de las leyes de pases del apartheid. Fueron asesinados 69 manifestantes.

En declaraciones a la prensa, AI ha reprochado a España que contribuya a hacer "invisible" el racismo, con su negativa a registrar oficialmente los incidentes y ataques xenófobos en su territorio.

Al final, solo con estimaciones podemos hacernos una idea de la dimensión de este problema en el Estado español. "Algunas organizaciones hablan de 4.000 incidentes anuales" de índole racista, según Beltrán. Aunque, hasta donde ha podido saber Tercerainformación.es,la cifra data de 2003.

AI ha instado al Gobierno a trasponer la directiva europea contra el racismo "en toda su extensión", lo que incluiría establecer el registro administrativo de este tipod e casos y dar apoyo eficaz a las víctimas.

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